¿Qué revelaciones ancestrales esconde el cuento folclórico japonés Kaguya-hime?

El folclore japonés, rico en historias de espíritus, dioses y criaturas fantásticas, ha cautivado a generaciones durante siglos. Entre la vasta colección de cuentos tradicionales, destaca “Kaguya-hime,” una historia conmovedora sobre una princesa celestial que desciende a la Tierra y cuya búsqueda de regreso a su hogar lunar deja una huella imborrable en el corazón de quienes la conocen.

La narrativa comienza con un anciano que descubre a una niña diminuta dentro de un bambú gigante. Esta criatura, envuelta en un resplandor dorado, es Kaguya-hime, una princesa del palacio celestial. Criada por el anciano y su esposa con amor y cariño, Kaguya-hime crece rápidamente, deslumbrando a todos con su belleza excepcional y una sabiduría que trasciende su corta edad.

A medida que Kaguya-hime madura, numerosos pretendientes, atraídos por su encanto irresistible, llegan para solicitar su mano. Emperadores, nobles y samuráis, todos ansiosos por obtener el amor de la princesa lunar, le ofrecen regalos extravagantes y proferir juramentos de fidelidad eterna. Sin embargo, Kaguya-hime rechaza a cada uno, consciente de que su destino no está entre ellos.

Su alma celestial añora el regreso a su hogar en la Luna. Los intentos de los pretendientes por ganarse su amor se convierten en pruebas inútiles ante un destino preestablecido. Su rechazo compasivo y firme refleja una sabiduría antigua que trasciende las normas sociales terrenales.

La luna como símbolo:

En el corazón del cuento, la luna simboliza no solo el hogar de Kaguya-hime sino también un reino superior de pureza espiritual. Su anhelo por regresar a la Luna representa la búsqueda de su verdadera identidad y pertenencia.

Esta dicotomía entre lo terrenal y lo celestial se refleja en las tensiones que experimenta Kaguya-hime. Su amor por la familia que la crió choca con su destino inevitable: abandonar la Tierra para volver al cosmos.

La trama avanza cuando Kaguya-hime recibe una misteriosa vestimenta celestial, un regalo enviado desde su hogar lunar. Este atuendo, tejido con hilos de luz y adornado con piedras lunares, marca el inicio de su viaje de regreso. Su cuerpo comienza a brillar, reflejando la energía celestial que la impulsa hacia su destino final.

La despedida de Kaguya-hime es un momento lleno de tristeza y melancolía. Sus padres adoptivos, desconsolados por su partida, comprenden que deben dejarla partir para cumplir con su misión divina. Los pretendientes, abatidos por el rechazo final, se dan cuenta de la imposibilidad de contener a una criatura celestial.

El legado de Kaguya-hime:

En un acto mágico, Kaguya-hime asciende hacia la Luna, dejando tras de sí un vacío en el corazón de quienes la conocieron. Su partida es una metáfora de la naturaleza efímera de la vida y la búsqueda constante de nuestro propósito en el universo.

La historia de “Kaguya-hime” ha inspirado a artistas, escritores y cineastas durante generaciones. Sus temas universales de amor, pérdida, destino y la búsqueda de la identidad siguen resonando en la cultura japonesa contemporánea.

Si bien Kaguya-hime se dirige a su hogar celestial, su recuerdo permanece como una joya invaluable en el folclore japonés. Su historia nos invita a reflexionar sobre nuestra propia conexión con lo divino, a abrazar las lecciones de la vida y a encontrar belleza en lo efímero.